martes, 10 de enero de 2017

Una visión del karma que me gusta mas.

La opinión de los sabios y las escrituras:

Bhagavan Ramana Maharshi
Sri Ramana Maharshi acepaba la validez de las leyes del Karma, pero dijo que sólo eran aplicables mientras una persona se imaginaba que estaba separada del Ser. En este nivel (el nivel del ajnani o del ignorante), dijo que los individuos pasarían por una serie de actividades y experiencias pre-ordenadas, todas las cuales son las consecuencias de actos y pensamientos anteriores. Dijo que cada acto y experiencia en la vida de una persona está determinada al nacer y que la única libertad que tiene es darse cuenta de que no hay nadie actuando ni nadie experimentando. Sin embargo, una vez que uno realiza el Ser (o Sí mismo), no queda nadie que experimente las consecuencias de las acciones y por lo tanto toda la estructura de las leyes kármicas se vuelve redundante.
Sri Ramana Maharshi dejó claro que si el agente, de quien depende el Karma, es decir el ego, que subsiste entre el cuerpo y el Sí mismo, se funde en su fuente y pierde su forma, ¿cómo puede sobrevivir el Karma, que depende de él ? Él dice que cuando no hay "yo" no hay Karma. La esencia del Karma es conocer la verdad de uno mismo indagando "¿Quién soy yo, el hacedor, que empieza a hacer Karmas?" A menos que el hacedor de Karmas, el ego, sea aniquilado a través de la indagación, no se puede lograr la paz perfecta de la felicidad suprema, que es el resultado del Karma Yoga.

lunes, 9 de enero de 2017

La Patagonia
















Despertar
El estado de sueño es el estado donde percibimos la separación, donde pensamos que somos una entidad y un ser separados. Ese ser separado siempre está buscando algo: amor, aprobación, éxito, dinero, tal vez incluso la iluminación. Pero cuando se produce el verdadero despertar, toda la estructura de la separación empieza a disolverse bajo nuestros pies.

Allí aún sigue existiendo un ser humano; no desaparecemos en una nube de humo. Incluso nuestra personalidad permanece intacta. Jesús tenía una personalidad; Buda tenía una personalidad. Todo el que camina sobre la Tierra la tiene. Incluso los niños, cuando salen del útero de sus madres, la tienen. Es una de las bellezas de la existencia, que cada uno de nosotros tenga una personalidad diferente. Los perros y los gatos, los pájaros, incluso los árboles tienen distintas personalidades.

La diferencia está en que, una vez que hemos visto más allá del velo de la separación, la identificación con nuestra personalidad particular empieza a disolverse. Incluso si penetramos muy profundamente en la unidad y la transformación ha sido muy grande, sigue estando presente una estructura básica de personalidad. Sin embargo, lo que impulsaba nuestra personalidad, todos sus antiguos principios orientadores e impulsos autocentrados, o bien han desaparecido o están en proceso de desaparecer.

(Extracto del libro: El final de tu mundo)
Fuente: Adyashanti. El final de tu mundo (Editorial Sirio, 2011)